Si estás pensando en formarte como socorrista, probablemente te preguntes qué tipo de destreza física necesitas. ¿Es más importante nadar bien? ¿Hay que correr mucho? ¿Cuánta fuerza se necesita para rescatar a alguien?
En este artículo vamos a analizar las tres capacidades físicas clave para un socorrista –nadar, correr y fuerza–, y qué porcentaje representa cada una en el trabajo real. Así sabrás en qué enfocarte antes de empezar tu curso, sin caer en mitos ni exigencias innecesarias.
Aunque todo depende del entorno (piscina, playa, parque acuático) y del tipo de intervención, podríamos establecer esta estimación general para el trabajo como socorrista:
Esto no significa que solo debas entrenar uno u otro, sino que el mayor peso del trabajo real está en el agua, donde deberás actuar con seguridad y técnica.
La habilidad más importante y la que más entrenarás durante el curso es la natación. No se trata solo de saber flotar o nadar por ocio, sino de dominar desplazamientos eficientes, rápidos y seguros en el agua.
¿Por qué representa el 50% del trabajo?
Lo más importante: saber dominar estilos de natación como crol y braza, practicar entradas al agua desde distintas posiciones, remolques y salidas rápidas.
Aunque no estés en una pista de atletismo, el socorrista también debe tener cierta agilidad en tierra. Correr representa aproximadamente un 20% del esfuerzo físico total, pero puede marcar la diferencia en ciertos contextos.
¿Cuándo es útil correr bien en socorrismo?
No necesitas ser un velocista, pero sí tener capacidad de reacción, buena zancada y resistencia cardiovascular. Caminar rápido, trotar o hacer sprints cortos es suficiente para mantener esta parte activa.
Muchos se centran en nadar y correr, pero olvidan algo esencial: la fuerza funcional. Esta capacidad representa un 30% del trabajo real, sobre todo en momentos de rescate y remolque.
¿Qué fuerza necesitas como socorrista?
No hablamos de levantar 100 kg en press banca, sino de tener fuerza útil: en piernas, brazos, espalda y core. Ejercicios como flexiones, sentadillas, tracciones o ejercicios con el propio peso corporal son más que suficientes para estar preparado.
No. Y esto es importante subrayarlo.
No necesitas ser atleta, ni tener un cuerpo esculpido, ni estar en tu mejor forma física para ser socorrista. Lo que necesitas es:
Muchos alumnos empiezan con dudas, pero en pocas semanas mejoran su técnica, su fondo y su fuerza. El curso está pensado para prepararte, no para exigirte desde el día uno. Lee este artículo donde te lo explicamos mejor.
Aquí tienes una pequeña guía práctica para llegar con buena base:
Con eso estarás listo para afrontar el curso con seguridad, y disfrutarás más del proceso.
¿Te estás planteando formarte como socorrista? En Global SENSOS te ofrecemos nuestro curso intensivo de socorrismo acuático para que te conviertas en profesional del sector en pocas semanas.
Te acompañamos paso a paso en tu preparación, sin exigencias extremas, con un equipo de instructores expertos y clases 100% prácticas.
Escríbenos para más información, y sigue nuestras RRSS para ver el día a día de nuestros alumnos.
¡Conviértete en un socorrista top!
