¿Cuáles son los tipos de ahogamiento? ¡Diferéncialos!

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El ahogamiento es una de las principales causas de muerte accidental en todo el mundo. En entornos acuáticos como playas, piscinas, ríos o parques acuáticos, saber reconocer los distintos tipos de ahogamiento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Contrario a lo que muchos piensan, el ahogamiento no siempre es visible ni escandaloso. De hecho, hay situaciones en las que la víctima no emite ni un solo grito. Por eso, en este artículo vamos a explicarte los tipos más comunes de ahogamiento, cómo se producen, cuáles son sus señales y cómo actuar ante cada uno.

¿Cuáles son los tipos de ahogamiento?

Aunque solemos pensar en playas o piscinas, también puede ocurrir en bañeras, ríos, charcos, o incluso en situaciones tan cotidianas como un cubo de agua (en niños pequeños).

1. Ahogamiento activo

Es el más conocido y visible. Suele ocurrir cuando una persona se está hundiendo, lucha por mantenerse a flote, mueve brazos desesperadamente y busca aire. Puede gritar o pedir ayuda brevemente al principio, pero en pocos segundos entra en un estado de pánico silencioso.

Señales:

  • Movimientos descoordinados y agitados.
  • Cabeza hacia atrás y boca a nivel del agua.
  • Incapacidad de gritar o pedir ayuda de forma clara.
  • Brazos en cruz o extendidos hacia abajo, sin poder levantar los del agua.

¿Cómo actuar?

Si eres socorrista o estás formado, entra al agua con el material adecuado (flotador, tubo de rescate, tabla) y realiza un rescate rápido y controlado. Si no tienes formación, nunca te lances al agua sin protección o sin saber qué hacer. Llama a los servicios de emergencia y lanza algo flotante.

2. Ahogamiento pasivo

Es mucho más peligroso por su discreción. Ocurre cuando la víctima pierde el conocimiento dentro del agua y no lucha ni se mueve. Puede deberse a un golpe, un calambre, una bajada de tensión, una crisis epiléptica, intoxicación o un paro cardíaco.

Señales:

  • Persona flotando boca abajo o sin movimiento bajo el agua.
  • Inactividad total.
  • En algunos casos, puede estar en el fondo de la piscina o bajo el mar sin que nadie lo note.

¿Cómo actuar?

Este tipo de ahogamiento requiere una intervención inmediata. Se debe extraer a la víctima del agua con rapidez y comenzar maniobras de RCP si no respira, además de alertar al 112.

3. Ahogamiento secundario o «ahogamiento seco»

Este término se usa comúnmente para referirse a una complicación que puede ocurrir horas después de un incidente en el agua, incluso si la persona ha salido aparentemente bien del agua.

En estos casos, una pequeña cantidad de agua entra en los pulmones y provoca una reacción inflamatoria progresiva que puede derivar en dificultad respiratoria o edema pulmonar.

Señales:

  • Tos persistente tras bañarse o tras haber tragado agua.
  • Dificultad para respirar o sensación de fatiga.
  • Irritabilidad, vómitos o somnolencia.
  • Sensación de «pecho apretado» horas después del incidente.

¿Cómo actuar?

Acudir al centro médico inmediatamente si se presentan estos síntomas tras un incidente acuático. Nunca subestimar una inmersión breve con tos o agitación.

4. Ahogamiento húmedo

Es el más común. Ocurre cuando una persona inhala agua que entró en los pulmones, lo que bloquea el intercambio de oxígeno y puede provocar asfixia. Este tipo suele aparecer tanto en casos activos como pasivos, y si no se actúa a tiempo, puede derivar en edema pulmonar, pérdida de consciencia y muerte.

Señales:

  • Tos intensa o espuma en la boca/nariz.
  • Dificultad respiratoria evidente.
  • Inconsciencia progresiva si no se interviene.
  • Presencia de agua al realizar maniobras de reanimación.

¿Cómo actuar?

Retira a la persona del agua, colócala sentada y mantenla tranquila; si presenta tos, dificultad para respirar o confusión, llama al 112 de inmediato, ya que puede haber complicaciones respiratorias posteriores.

5. Ahogamiento silencioso

Aunque a menudo se incluye dentro del ahogamiento activo o pasivo, este término se utiliza para destacar que el proceso de ahogamiento muchas veces no incluye gritos ni movimientos exagerados.

Es especialmente común en niños: se sumergen y en pocos segundos pasan de estar jugando a estar en peligro, sin que nadie lo note. En adultos también puede suceder cuando hay fatiga, consumo de alcohol o poca visibilidad.

Señales:

  • Desaparición repentina de la persona de la superficie.
  • Inmovilidad total o quietud sospechosa en el agua.
  • Falta de respuesta al llamarla.

¿Cómo actuar?

Vigilar constantemente a bañistas, especialmente niños. Evitar distracciones como móviles y turnarse si hay varios adultos. La vigilancia activa es la mejor prevención.

5. Ahogamiento por inmersión prolongada

Es el más grave y, generalmente, el más difícil de revertir. Se trata de casos en los que la persona ha estado sumergida durante un periodo prolongado y se encuentra en parada cardiorrespiratoria. Aquí el tiempo es determinante.

Señales:

  • Víctima inconsciente y sin respiración.
  • Frialdad, cianosis (piel azulada).
  • Ausencia total de respuesta.

¿Como actuar?

Iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente, sin esperar a que llegue la ambulancia. La supervivencia dependerá de la rapidez y eficacia en la actuación.

La clave está en la prevención y la formación

Muchos de estos tipos de ahogamiento pueden evitarse con:

  • Supervisión constante, especialmente de menores.
  • Conocimiento de las condiciones del entorno (mareas, profundidad, corrientes).
  • Respeto a las señales y banderas.
  • Educación y formación de la población en primeros auxilios y socorrismo básico.

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Saber cómo actuar ante un ahogamiento puede cambiarlo todo. En Global SENSOS, te ofrecemos formación profesional a través de nuestros cursos de socorrista acuático y formación en primeros auxilios, donde aprenderás a identificar tipos de ahogamiento, aplicar maniobras de rescate y mantener la calma en situaciones críticas.

Porque no basta con saber nadar: hay que saber actuar con seguridad, criterio y preparación. Y esa preparación empieza por una formación de calidad, adaptada al mundo real.

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